domingo, octubre 16, 2005
Escorzo
Esta sentencia puede resumir de manera adecuada una existencia. La del que no está conforme, la del que discute y no está de acuerdo. Frontal, lateral o disipadamente, pero es una convicción de las de Mairena y Nietzsche, un arraigo carnal, nervioso, interior, que obliga a mantener, a dudar, a refutar y a resistir. Sucede, que nadie avisó de que fuera sencillo, o sí, creo que sí avisan, pero o bien no se escucha o bien no se aprende de la manera deseada, no significativamente porque se confunde y sólo sale a relucir en los momentos de bombardeo interno, de calentamiento irritante en el que todo parece tambalearse e incluso puede llegarse a claudicar pensando en las ventajas e inconvenientes. Sin embargo, se descubre una nueva verdad nítidamente, el camino ya está hecho.
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