martes, abril 08, 2008

Consumo-todo-lo-que-puedo-y-más-porque-medalagana-yatiqueteimporta-joder

Era la estridencia megafónica de las historias de los libros que había en sus habitaciones. Un ruido enmudecedor, catastrófico. Eran gotas de agua sobre la palma de su mano, sobre su vientre convexo, huidizas historias, inasibles, intangibles, imposibles para una sola vida. Y creía que estaba a salvo de las garras del señor consumo-todo-lo-que-puedo-y-más-porque-medalagana-yatiqueteimporta-joder, pero era uno de sus más fieles secuaces. Eso sí, selectivo.

1 comentario:

Joselu dijo...

¿Puede convertirse un lector voraz en un voraz consumista selectivo? Dicha voracidad desmedida tiene importantes atenuantes en los ejemplos del pasado empezando por el consumista Don Quijote de la Mancha que utilizó la hacienda para comprar libros de caballería. Para mí tiene disculpa importante.