sábado, septiembre 04, 2010

Madrugones (I)


Buscar y encontrar el tono. ¿Innato o aprendido? ¿Hobbes o Rousseau? Puede que el deslumbramiento interno que sintió Juan Rulfo sea solo la consecuencia de una lucidez extrema: ya no necesitaba escribir más, no podría mejorar lo escrito. Pero, ¿todos los demás deberían haber dejado de escribir después de Rayuela, Los detectives salvajes, Bomarzo, Expiación o El camino de los ingleses? Quizá Soler sí.

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