Ahhhh, la tiranía del click: esperando la elección del nuevo candidato, me descubro pulsando la tecla de actualizar como si esperara el final de un partido de fútbol. Como si fútbol y política se hubieran apareado y los cachorros corretearan por todas partes.
¿Cómo rechazar los ataques de un ejército enemigo que mantiene una guerra en la que, insistentemente, has dado muestras de no querer participar?
¿Es compatible el pacifismo con la existencia?
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