domingo, abril 23, 2006

CQC

Es curioso comprobar el apetito voraz que caracteriza al tinglado mediático, nave nodriza, del sistema que nos aflige y nos deleita. Pienso en programas de televisión que en su día gozaron de un prestigio, relativo, pero prestigio, y que hoy siguen existiendo con la misma denominación, casi mismos protagonistas, mismas estructuras e incluso casi exactos chascarrillos. Tras un paréntesis de abstinencia en la que apenas se dieron explicaciones, CQC desapareció de los domingos como por arte de magia. Un programa en el que el humor servía para realizar una crítica inteligente de nuestra sociedad personificado en unos personajes dignos de estudio pseudocientífico fue desintegrado instantáneamente. Cuando hace unos meses anunciaron su regreso debo admitir que sentí gran expectación, iluso de mi, ante una nueva edición de cierto aire puro en las horas de máxima audiencia. ¿En qué mundo vivo? Demasiadas veces me hago esa pregunta. El nuevo programa es un claro ejemplo de lo expuesto anteriormente, ha sido engullido por la maquinaria de zafiedad, irresponsabilidad, superficialidad, frivolidad y simple mal gusto que manda hoy. Demagogia constante sazonada con giros de irreverencia consentida por las risas puñeteras de los políticos y por acomplejados y temblorosos, en un más o menos correcto inglés, Do you like Spain? a estrellas de cine extranjeras que parecen ser los únicos que los dejan en su sitio.
Es como esas películas cuyo argumento tiene unas posibilidades inmensas pero que, con el trascurso de los minutos, en este caso no es necesario ni eso, se desploma por una incompentencia brutal ante la presunción de un público estéril y que parece no exigir nada más.

No hay comentarios: