martes, octubre 31, 2006

Viernes por la tarde

Amarga la densa niebla
que insiste sobre mi frente,
mancha de cianes oscuros
la luz que debiera ocurrir.

Y entonces tú, mi mañana,
mi presente, mi sonrisa,
tus ojos de caracola,
tu piel de cibelina,
tu vientre de vida y de llamas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una maravilla. Ya me lo esperaba, enhorabuena. A mi no quieren hacerme abuelo. Expresiones