viernes, diciembre 08, 2006
Vera (VI)
Y un día Vera encontró el amor, sin reconocerlo, sólo por sus síntomas intuyó que allí estaba, distracciones abundantes, ausencia temporal de la apetencia alimentaria, acciones visuales anormalmente ausentes, bueno, los síntomas. Y al ser analizada por su padre, el comprensivo y atento de siempre, lo descubrió, se había enamorado, pero, ¿de quién? Pasó toda la noche preguntándose quién podría ser su príncipe lila, no podía ser de otro color porque nunca le gustó el azul, se imaginaba al príncipe de bequelar, el de las galletas, con una rebequita de recién nacido y una esclava dorada con una abreviatura de su nombre. Luchando contra los síntomas no reconocía a nadie, de su clase... imposible, del otro tercero..., y del otro..., no, no veía a nadie. Quizá en los cuartos, A..., no, B..., no, C, ¿en el C? No, no podía ser él.
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