viernes, febrero 15, 2008
Lluvia (II)
Salgo de casa a media tarde, llueve y la luz va dando paso con más lentitud de la habitual a la oscuridad. Hace muchos días que no llueve y resulta agradable oler a tierra mojada y pensar que este fin de semana te libras de lavar el coche. Subo acompañado de estos pensamientos pueriles, aferrado a mi paraguas por la cuesta de mi calle, cuando otro paraguas, uno de cuadros marrones, golpea violentamente sobre el lateral del mío. Perdón, digo yo, ya que al andar en compañía de los espamos de mi materia gris soy propenso a acatar cualquier responsabilidad. Sigo mi camino sin dar mayor importancia cuando recibo un segundo aviso, esta vez ha sido uno negro como el mío, un señor con bigote, un señor. Y eso que yo he levantado, como mandan los canones que me enseñaron cuando era pequeño, el mío para evitar la colisión, poniendo en flagrante peligro mi ojo izquierdo. Ante el cariz que toman los acontecimientos paso al estado defcon 3, alerta. Y, efectivamente, nueva agresión, esta vez por la retaguardia. Y otra, y otra..., me niego a mover mi paraguas y me llueven aun más los ataques, con la sorpresa añadida de ver en mis contrincantes una ausencia total consideración. Es entonces cuando me entra la vena empática, y pienso, si no levanto el paraguas, si no lo aparto, soy fuerte, el que lo aparta es débil, soy fuerte, soy fuerte, soy fuerte, soy fuerte...tú eres débil, gilipollas.
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2 comentarios:
Hola Loganfugado
Primero aprovecho para agradecer tus visitas y los comentarios que nos dejas en el Guanaco, son ánimo a seguir pegando la paliza.
Igualmente gracias por tenernos aquí en tus links y disculpa por no corresponderte, (por lo monotemático de nuestro blog)
Magníficas las entradas de la lluvia.
Un abrazo desde un poco más al Noerte de este nuestro maltrecho Mediterráneo, seguimos visitándonos.
este Logan me recuerda a aquel que al salir del colegio me pegaba cogotazos en la puerta de San Lazaro.
enrique
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