lunes, marzo 22, 2010

Primavera (II)

A veces resulta tan inquietante la prudencia del que no dice como la incontinencia verbal del que se sobrepasa. No sé muy bien con qué me quedo, supongo que será cosa de los días. Hay momentos en los que el silencio es más oportuno y reconforta la empatía del interlocutor, y momentos en los que deseas que te den pie para responder con fuerza.

Hoy sí es primavera, ambientalmente primavera, climatológicamente primavera.

Y esa palabra adecuada, y esa energía irradiada, y esa recpeción de los sentires tan epidérmicos.

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