viernes, abril 16, 2010
Súbito el impacto de la visión de la estatua de la libertad. Dos veces de la, realmente tres. ¿Podría ponerlo en inglés? Aun recuerdo esa sensación, quizás una de las primeras que pudiera calificarse cercana a un nihilismo de nuestra existencia, un cierto o desconcierto océano compuesto por existencias que no son insignificantes.
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