miércoles, diciembre 21, 2005
La victoria
La maraña de incertidumbres se entrelazaban sigilosamente al compás de la incompetencia y la necedad. Toda una vida de sufrimientos voluntarios y honestos ensombrecidos por la inapelable fatalidad de unos hechos desfavorables. Siempre quedarán las victorias morales y la esperanza del triunfo. Una victoria que llegará sin dudas y sin arbitrios, con justicia plena y convencida para desarrollar todo aquello que se había proyectado. Los necios no vencerán, aunque siempre crean que lo hacen. Nosotros les machacaremos siempre.
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