lunes, octubre 06, 2008

La llanura

Una llanura no es sólo una superficie plana de tierra definida por la ausencia de significativas irregularidades del relieve. No. Una llanura puede ser un espejo, una silueta y una prolongación. Sí. Prolongación de la pureza que se puede encontrar en el paisaje, reflejos de tardes que se van y que recuerdan los momentos que no se han vivido, la vida que no se ha reconocido, que se desea, la vida que está ahí y que sólo hay que saber ir a por ella. La llanura te atrapa pero no te asfixia, te atosiga y te tortura con un viento constante, ganador en su propia soberbia, indolente pero perseverante, colmado de la sinceridad que contiene su paisaje. La llanura fue el principio y bien puede ser el final.

1 comentario:

Joselu dijo...

La experiencia de las grandes llanuras es única, difícil de imaginar en España, salvo en la estepa castellana. Recuerdo con fascinación mi impresión ante la inmensidad libre subido encima de un jeep atravesando Birmania. Allí descubrí el atractivo de lo ilimitado.