lunes, abril 19, 2010
El nocilla
Siente Javier que nadie quiere estar con él. En la ducha se toca los michelines y cree que tiene superpoderes, cree ver la nocilla que se come cada tarde en enormes rebanadas, ve los bocadillos de chorizo que engulle entre sorbos de cocacola en el recreo, cuando más solo se siente. Y eso que está siempre riéndose, tiene Javier un carácter repleto de endorfinas, y por eso nunca estará enfermo, le dijeron una vez, porque se ríe y es feliz, aunque le moleste esa soledad de patio en la que el vacío de ese espacio tan seco acreciente la ausencia física de acompañantes.
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